¨No sé si pueda hablar de verdad histórica como lo haría un científico social. Pero lo importante es que ciertos acontecimientos en Colombia se han vuelto esenciales en mi obra"1 Consuelo Manrique Artista Plástica |
La pintura es acontecimiento. Esta acontece en el tiempo como producto de la labor de la artista. La superficie del lienzo es el documento del gesto corporal que resulta en trazo, mancha, línea, y superficie de color. Es así como la pintura registra el acontecimiento del cuerpo en acción, en el acto de creación. Pero Manrique nos dice que en su obra está ese otro acontecimiento, el violento, producto de la acción humana, y que podemos buscarlo en los lienzos de sus series Hálitos y Cuerpo silente. La realidad no lleva en ella un relato,
no nos pide ser contada, simplemente es. Sin embargo, esta pareciese contarse a sí misma a la pintora como si la transformación poética fuese también elemento central del orden de la experiencia y la pintura la reflejara. Y es así como la pintura hace un relato para ofrecernos una visión de lo que representa la realidad a su imagen y semejanza.
Narrar los hechos, impregnar los hechos del orden, coherencia, dirección y significación que tienen los relatos, es un universal humano
fundado en la noción de orden social y moral. Si la pintura aparece como medio para materializar a la narrativa como paradigma en la representación de la realidad, cabe la pregunta de ¿Qué noción de realidad puede llevarnos a comienzos del siglo veintiuno a representar la realidad en pintura, en un medio visual que no se presta fácilmente para ser leído? No es extraño que la sucesión de hechos de la naturaleza de los representados sea encarnada en pintura: pareciese como si esta quisiese representar lo que escapa a la razón.
"Son acontecimientos que me afectan, que me hacen preguntas,
por los que me hago preguntas sobre la condición humana y el
comportamiento humano en estado de violencia [...] Estos
acontecimientos son imágenes historias de vida que me han
impresionado, y por encima de todo es la vida la que quiero primar.
Será que en este momento estamos todos en Colombia".
Consuelo Manrique
Montreal y Bogotá, Julio2004 - Octubre 2005
¿La pintura, un documento para la historia?2 Los lienzos de las series hálitos y Cuerpo silente de Consuelo Manrique sugieren que esto es posible. Manrique registra acontecimientos de la realidad nacional para convertirlos en referentes centrales de sus obras. 3 ¿Cómo registrar eventos de la historia contemporánea?, es la pregunta que orienta su proceso creativo. Manrique nos entrega una pintura producto de un constante documentarse sobre hechos del pasado reciente en Colombia para interpretarlos. Y aun cuando la artista no se lo proponga, al hacer esto invita a la pintura a adentrarse en el universo del lenguaje en el que el pasado toma forma como documento histórico, solo que esta vez la historia como relato toma la forma que la pintura le da. La verdad histórica, la aproximación a la realidad que persigue el historiador, es entonces hecha imagen por la verdad de la que la pintura, en manos de la artista, es capaz.
María del Carmen Suescún Pozas.
Doctora en Historia e Historia del Arte, Mc Gil Unrvers.ty, Canadá